Este verano está siendo especialmente caluroso. Expertos y no tan expertos señalan que hacía 40 años que no se experimentaban temperaturas tan altas en el mes de julio. La ola de calor parece que no termina... pero que no decaiga el ánimo, dormir bien sin aire acondicionado todavía es posible si seguimos una serie de recomendaciones.
En primer lugar, debemos cuidar la climatización de la habitación manteniendo cerradas las persianas y las ventanas durante las horas de sol. Una vez que ha caído la noche podemos abrirlas para que entre aire, y si todavía sigue entrando calor podemos encender el humidificador o colocar una toalla mojada en la ventana para que se refresque la atmósfera. De noche también conviene abrir las puertas y procurar que se genere corriente de unas habitaciones a otras.
El ventilador es uno de los electrodomésticos más útiles de esta temporada. Si le ponemos delante un cubo con hielo refrescará el ambiente de la habitación. Y si lo tenemos ubicado en el techo, hay que hacerlo girar en sentido contrario a las agujas del reloj para sentir un mayor frescor. El ventilador también se puede ubicar dirigido a las ventanas para impedir que entre la ola de calor en el cuarto.
Una medida cuyo efecto notaremos de manera instantánea es apagar las luces, especialmente las incadescentes, que consumen alrededor del 90% de su energía en emitir calor. El mismo consejo se aplica a dispositivos electrónicos, especialmente ordenadores y tablets, pues pueden aumentar varios grados la temperatura ambiente.
En cuanto a las prendas, se hace también notable la mejora si cambiamos las sábanas y utilizamos ropa de cama de algodón, que transpira más, incluyendo pijama, en el caso de que se prefiera no dormir desnudo. Evitar la licra y otros tejidos sintéticos que impiden que la piel transpire hará que sudemos menos.
Con respecto a las cenas, se recomienda comida ligera y fresca (sopas frías, ensaladas, yogures, etc.), como mínimo dos horas antes de acostarse para que la digestión no aumente la temperatura corporal, y no consumir bebidas gaseosas, con cafeína o alcohol. El agua en verano ha de tomarse tanto por el día como por la noche para mantenerse hidratado, incluso aunque no se tenga sed (aproximadamente dos litros diarios).
Una ensalada fresca con hortalizas y verduras nos ayudará a regular mejor la temperatura corporal.
Una ducha nocturna con agua templada también nos preparará para afrontar mejor la noche. Templada, no fría, para evitar que el choque de temperaturas haga que nos entre calor más rápido una vez terminada.
Si todavía se siente mucho calor, se pueden humedecer las prendas, e incluso acostarse con el pijama humedecido.
En cuanto al colchón, se consigue una temperatura más adecuada y, por lo tanto, un mayor descanso, en los colchones que combinan gel con viscoelástica. En Colchones Splendor tenemos un colchón estrella para esta época, el modelo Termic, del que ya os hemos hablado en anteriores ocasiones, que consigue una óptima ventilación y regulación de la temperatura.
El colchón Termic lleva, además, tratamiento Bamboo, que eleva la durabilidad y proporciona excelente ventilación y absorción de la humedad.
Una vez en la cama, la postura de lado, además de ser la más sana (especialmente en el caso de las embarazadas) será la que mayor sensación de frescor nos produzca al tener la mitad del cuerpo en contacto con el aire.