¿Te gustaría no madrugar tanto para ir a trabajar? ¡La ciencia está de tu parte!

¿Te despiertas muchas mañanas pensando que te gustaría quedarte un rato más en la cama? ¿Crees que entrando a trabajar más tarde rendirías mucho más? Un estudio del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pennsylvania realizado con la participación de más de 124.000 estadounidenses te da la razón.

La investigación, publicada en la revista Sleep, revela que por cada hora que se retrasaran los horarios laborales o escolares por las mañanas ganaríamos alrededor de 20 minutos de tiempo de sueño.

Despertarse tarde

Otra de las consecuencias de madrugar mucho y dormir poco suele ser quedarse dormido, llegando así tarde al trabajo.

El trabajo fuera de casa, que implica pasar tiempo en las trayectorias de ida y vuelta, y las necesarias actividades pre y post-sueño, tales como socializar u ocuparse de la tareas domésticas y de los niños en caso de tenerlos hacen más difícil, casi imposible, que nos acostemos a una hora prudencial para descansar lo suficiente.

Así, los resultados de las encuestas realizadas señalaron que las personas que comienzan a trabajar a las 6 de la madrugada dormían una media de seis horas, y las que comienzan sus jornadas laborales entre las 9 y las 10, alrededor de siete horas y media, una cifra que se encuentra dentro del tiempo recomendado por la American Academy of Sleep Medicine.

Entrar a trabajar más tarde proporciona mayor tiempo de sueño, lo que a su vez se traduce en mayor rendimiento, concentración y productividad. Si a esa medida se le añaden una buena alimentación, un buen colchón y una buena almohada, tendremos el descanso perfecto que necesitamos para estar al cien por cien. ¡Es momento de hablar con los jefes!