Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en España hay alrededor de ocho millones de personas alérgicas al polen, para las cuales la primavera es una fuente de preocupación, sobre todo dentro de las ciudades, pues la contaminación ambiental puede favorecer la acción lesiva del polen y el aumento de los síntomas de la alergia.
A pesar de que el picor, los estornudos y la congestión acompañarán al alérgico a lo largo del día, hay una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta dentro de casa:
- Cerrar las ventanas. Ventilar la vivienda a mediodía y por poco tiempo.
- Cambiarse de ropa y ducharse al llegar y repetir si es posible antes de acostarse.
- Mantener la limpieza del aire interior mediante el aspirado del polvo doméstico, pelos de animales y alérgenos traídos desde el exterior.
- Utilizar deshumidificadores en ambientes húmedos donde se pueda producir el moho desencadenante de alergias, y humidificadores en climas áridos y condiciones secas que propicien dolores de garganta y picazón en los ojos.
Se recomienda utilizar colchones fabricados con fibras antialérgicas, como el modelo Pro-Salud de Colchones Splendor, que además cuenta con tratamiento de aromaterapia para dormir de una forma más sana.
Dentro del dormitorio es imprescindible descansar sobre un colchón hipoalergénico, antiácaros e higiénico, con almohada y ropa de cama también hipoalergénicas, prescindiendo de tejidos que acumulan con facilidad ácaros y polvo, como edredones de pluma y mantas gruesas.
Los colchones de látex son ideales para personas con alergias respiratorias o asma, pues acumulan menos polvo por electricidad estática y evitan el riesgo de proliferación de ácaros. (Modelo Natur Latex)
Es necesario, asimismo, lavar regularmente las sábanas, fundas de almohadas y de colchón y fundas sintéticas. En el caso de las sábanas, incluso, una vez o más a la semana.
